Créeme, cuando digo que me hundo. Miro a mi alrededor y no tengo a que agarrarme. Todas las personas que quiero me fallan. Y empiezo a darme cuenta que me dicen que abandone mis sueños porque ni ellos pueden con los suyos. Miro a todos lados,y veo a gente feliz sin ningun problema y la envidia me invade. Creo que soi el único que no es feliz y me pregunto que he hecho yo para no poder serlo. Pero me paro a pensar,y comparo mi vida con la de otras personas y me tomo por tonto, por no valorar lo que tengo, porque no hay que depender de nadie, porque incluso, tu propia sombra te abandona en la oscuridad.
X,O Santi Laya
¿Todas las personas que quieres te fallan? ¿Todas? ¿Tú incluso? ¿Para qué comparar tu vida con la de nadie?
ResponderEliminarPoéticamente es bella la frase final. Vitalmente, induce al engaño.