sábado, 8 de febrero de 2014

Etapas.

Seamos sinceros, siempre es difícil empezar una nueva etapa en tu vida, nada te lo dan hecho y todo te lo tienes que ganar, la cuestión es como. Hay etapas más llevaderas, etapas más oscuras y etapas que pasan desapercibidas. A todos nos encanta eso de decir "hoy empiezo una nueva vida", pero pocos pensamos realmente en lo que eso conlleva. En todas mis nuevas etapas he aprendido algo nuevo, algo que me ha servido todos estos años y algo por lo que luchar, pero, sin duda, en algunas lo he pasado mejor que en otras. Las malas etapas también sirven para aprender, es más, personalmente pienso que aprendes más en las malas que en las buenas. La nueva etapa que ha empezado en mi vida hace unos meses se caracteriza por tener una de cal y una de arena. La verdad es que la estoy llevando bien, me gusta lo que hago con mi vida y me siento orgulloso de mí mismo. Me divierto, me centro, y me responsabilizo de todo lo que hago a la vez. He conocido a gente maravillosa, y a otra gente no tan maravillosa. Pero siempre es lo mismo, llegar a un sitio nuevo y que te juzguen, ya bien sea por una palabra, por una mirada, por un aspecto, por un corte de pelo o por lo que sea. Al decir esto no quiero decir que yo no lo haga, al contrario, todos tendemos a tener prejuicios y todos hacemos comentarios, pero la historia de siempre termina por aburrir. No me considero mala persona, es más, sé que no lo soy, y quien me conoce lo sabe por experiencia propia, pero si soy orgulloso y algo rencoroso, nadie es perfecto. Lo que tengo claro es que si alguien que me hiciera daño me pidiera perdón, nunca le iba a faltar un "acepto tus disculpas" de mi parte, y con el tiempo, ya se vería si se olvida o no se olvida. Estas semanas he estado reflexionando acerca de esto, y sé que todo se resume en aprender y olvidar. El pasado, bueno o malo, se tiene que dejar atrás para avanzar.

X.O Santi Laya.